Se tumbó en el empapado tobogán, y allí pasaron minutos y
minutos de silencio tan solo interrumpidos por el sonido de las gotas al chocar
con el suelo y, muy de vez en cuando, por el motor de los pocos coches que
cruzaban el parque.
Ashley tenía los ojos cerrados, cuando una desagradable voz,
que sonaba un poco más ebria de lo normal, la sacó de su ensimismamiento:
-Pero mirad lo que tenemos aquí, si es mi amiga Ashley…-
Alan disfrutaba viendo la cara de frustración de Ash- ¿Qué haces aquí? ¿Qué
pasa, que tus dos amiguitos te han dejado tirada para estar ellos dos solos?
Qué pena… Aunque, pensándolo bien, es una suerte, así podrás venirte a dar una
vuelta con nosotros.
-Qué te den, Alan, tengo cosas mejores que hacer.
Ashley se levantó, dispuesta a marcharse, pero Alan se
colocó delante suya mostrándole un objeto que llevaba en la mano. Era una
navaja.
-Dime, ¿Has cambiado de opinión, o necesitas que te
convenza?
Ashley no se lo pensó más y echó a correr hacía la salida
del parque. Deseó con todas sus fuerzas que Jeremy estuviera allí, él los
habría espantado sin ninguna dificultad. Pero se encontraba sola. Intuía que la
estaban siguiendo, y estaba asustada. Sabía que Alan podía llegar muy lejos,
más de una vez había estado metido en asuntos turbios con la policía, pero
siempre salía bien parado porque su padre ocupaba un cargo importante en el
ayuntamiento de la ciudad.
Al doblar la esquina se chocó de bruces con alguien y cayó
al suelo. Levantó la vista, y se quedó pasmada al ver que era Cristian, y que
se estaba poniendo delante para protegerla.
-Venga, ya os podéis volver por donde habéis venido. Ella
está conmigo.
La voz de Cristian en esos momentos sonaba esperanzadoramente
enérgica, pero tenía un tono serio y grave que no había apreciado el día
anterior.
-No me hagas reír… ¿Te crees qué nos das miedo o algo? Das
más bien pena intentando defenderla. ¡Quítate de en medio si no quieres acabar
mal!
Sin previo aviso, Cristian se lanzó sobre Alan y gritó
-¡Corre Ashley corre, puedo con ellos, tú vete a casa!
Tras unos segundos de duda Ashley salió corriendo. No sabía
a donde se dirigía, tan solo corrió y corrió, en su mente no dejaban de resonar
las palabras de Cristian “¡Corre Ash, corre, puedo con ellos!” Cristian era
fuerte, pero ellos eran cuatro, y Alan tenía una navaja. Tenía miedo, Cristian
podía acabar mal de verdad. Siguió corriendo, se acordó una vez más de Jeremy,
que estaría disfrutando de un almuerzo con Angela, pensó en sus ojos azules,
esos ojos que tantas veces había observado fijamente, esos ojos…
gneosnhráhròanhor MIERDAAAAAAAAA! por favor necesito que pongas más en los capitulos que me deja muy rnfoahran *O* oye porque esto se me cambia solo de blogger raro a cuenta de google? xDDDD que lio en serio ._. ah! y Alan me recuerda un poco a Alex de LUL xd no sé si te acordarás. Los dos son tontos medio canis xd
ResponderEliminarUm... algo si que me acuerdo, creo xDDDD
ResponderEliminarEs que, bueno, no sé como lo habrás hecho tú, pero por ejemplo mi cuenta de google es la misma que la de blogger... no sé si me explico xDDDD
Y me alegro de que te guste ewe